19 de septiembre de 2008

No está hecha la miel...

«El fútbol parece indisolublemente unido a la violencia. Pero ¿ha sido siempre así? En el inicio de la temporada, nos fijamos en los fundamentos de esta relación, especialmente allí [en Inglaterra] donde el deporte nació y desarrolló su mayor tensión social y política. Para así entender las raíces institucionales de las actitudes violentas y cómo acometer su neutralización».

¿«Tensión social»? ¿Pero esto qué es? ¿Artículos sesudos en la prensa deportiva? ¿Desde cuándo los lectores se preocupan por los... problemillas adyacentes al gran circo del deporte? ¡Qué osadía! ¿Y dónde piensan colocarlos? ¿Van a darle menos chance a los rumores? O peor: ¿quitarán todas las fotos de las novias de los futbolistas? ¿Hasta dónde hemos llegado?

Que no cunda el pánico. La entradilla forma parte de una serie de artículos publicados hace apenas ocho días en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia. Cuatro planas ilustradas con sendas acuarelas; tres textos encargados a un historiador, un licenciado en Filosofía y un experto en fútbol internacional. Sin duda, una apuesta demasiado arriesgada para cualquier gacetilla deportiva.

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