En la reciente gala de Operación Triunfo, Risto Mejide se mofó de una concursante que había abandonado la academia tras conocer la muerte de su abuela. Las palabras textuales fueron: «Me preguntaba si alguien más quiere abandonar la academia, si alguien tiene que hacer una gestión, ha dejado mal aparcado el coche, se le ha muerto el canario, un perro, el abuelo o lo que sea».
En resumidas cuentas, y dejando a un lado el show, el jurado de OT se burló de la muerte de una persona. Algunos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia. No fue el caso del diario ADN, donde Mejide es columnista desde hace más de un año. El ADN tiene fama de ser el más serio de entre todos los gratuitos. Definitivamente, en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey.
Tras la eclosión de Internet, la prensa escrita se ha visto obligada a modificar sus contenidos. La información ha cedido terreno en favor de la interpretación y la opinión. Sin embargo, sería síntoma de buena salud periodística que el espacio destinado a las columnas no cayese en manos de quienes hacen de la falta de respeto su principal arma dialéctica.
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