Joseba Larrañaga entrevistó anoche al futbolista Xabi Alonso en El Larguero. Hablaban de las posibilidades de España en la próxima Eurocopa cuando el periodista sentenció: «No entiendo por qué la gente pierde tan rápido la perspectiva. Supongo que los medios tenemos mucha culpa, porque vendemos humo enseguida y luego llegan las decepciones. Así que raja un poco de los medios».
«No, creo que tanto los medios, como los aficionados, como nosotros tenemos la misma ilusión», contestó el de la roja. Y se hizo el contrasentido: un periodista intentando que el entrevistado se rebelase contra él, y un entrevistado justificando las malas praxis del periodista que lo interroga. Con tanta cordialidad, la audiencia que no estaba llorando de pena comenzó a hacerlo de emoción.
Hacer periodismo deportivo de calidad no es tarea fácil. Los futbolistas no suelen tener gran cosa que decir. No en vano, decidieron dedicarse a dar patadas a un balón. Sin embargo, el coleguismo que se traen los de El Larguero con algunos deportistas rebasa los límites de la neutralidad que exige la profesión.
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